Indurain vuelve a los orígenes

El 19 de julio 1991, Miguel Indurain tardó siete horas, 11 minutos y 16 segundos en completar los 232 kilómetros y cinco puertos de montaña que separaban Jaca de Val Louron, en plenos Pirineos. Ayer, justo el día en que se cumplían 20 años de su primera victoria en el Tour, invirtió hora y media en ascender hasta los 2.115 metros del Tourmalet. Así, el exciclista navarro regresaba al lugar donde se vistió con el maillot amarillo de líder del Tour de Francia por primera vez en su carrera, donde comenzó a perfilar su leyenda.

"Hacía cinco años que no subía por esta parte del Tourmalet. Ha sido bonito repetirlo en esta fecha. Aquí gané muchas veces, aquí me puse de amarillo por primera vez", declaró el pentacampeón de la ronda gala (1991-1995) tras coronar la cima de la mítica montaña francesa. Esta vez no lo subió con el objetivo de despachar rivales, ni de meter minutos a LeMond o Perico Delgado. Lo hizo comandando una marcha cicloturista que él mismo apadrina (Pirenaica BH) y con el ánimo de compartir una afición con aquellos que le apoyaron a pie de carretera, los que le jaleaban en los momentos más difíciles y exigentes de la carrera. "No me gustan los homenajes, pero este ha sido un gran día. Volver a estos sitios con toda esta gente... Ha sido muy emotivo", declaró Indurain.

"No me gustan los homenajes, pero esto ha sido muy emotivo"

La marcha no recorría el trayecto completo de aquella histórica etapa, sino que se concentraba en los últimos 94 kilómetros. En ese tramo, la ascensión al Tourmalet, al Aspin y Val Louron, Indurain fraguó su primera grande boucle.

"Ha sido un privilegio, subir con todos los que le hemos apoyado, con los que estábamos a pie de carretera o desde la televisión", decía Biktor Andueza, organizador de la carrera; "era un homenaje que se merecía".

El objetivo de la marcha era conmemorar dos fechas. La primera, la conquista hace dos décadas, el 28 de julio de 1991, del primer Tour de Indurain. Y la segunda, la primera vez que el navarro se colocaba líder de la ronda gala cuando destrozó a todos sus rivales en este terreno, excepto a Chiappucci, con el que se alió y, deportivamente, dejó vencer en Val Louron.

La ascensión de Indurain