"No competimos con el rock"

Iñaki Añua (Vitoria, 1943) dirige desde hace 33 años el Festival Internacional de Jazz de Vitoria, una entidad sin ánimo de lucro que solo aspira, explica, "a poder organizar el festival del año que viene".

Pregunta. ¿Dónde radica el swing del Festival de Jazz de Vitoria?

Respuesta. El swing está en el espíritu de una gente que empezó a trabajar hace 33 años en el festival y que llevo sus inquietudes a los estatutos del festival, que dicen que lo que quiere es comunicar el amor que tiene por el jazz a sus conciudadanos. Es el mandamiento principal y se mantiene igual. Es la pasión que uno pone y es contagiosa. El arte es la comunicación entre el artista y el público, y en el jazz esa comunicación se establece de una forma más rápida porque el músico está improvisando, está creando y la comunicación es más directa. Por eso el jazz gusta tanto y es una música universal.

P. Después de 33 años en el cargo usted parece el alma y el brazo ejecutor del festival.

R. La primera oficina del festival estaba en mi casa, el primer teléfono, fue el mío. Llegó un momento en el que progresábamos tanto que fue necesaria una dedicación profesional. Dos personas nos dedicamos en exclusiva al festival; ahora somos tres, pero nos alimentamos de más de 40 voluntarios. Saben que el único pago que van a tener es una comida a la que les invitamos. Esa es la diferencia. San Sebastián es un festival absolutamente profesionalizado, por ejemplo.

P. El festival no tiene reparos en volver a contratar a las mismas estrellas. ¿Los asiduos marcan la diferencia frente a las novedades?

R. Repiten, pero con proyectos diferentes. Pero no, no es así. Este año tenemos diez grupos que debutan en el festival. Después de 35 años, y si queremos tener el mejor jazz, no te queda más remedio que volver a contar con las mismas figuras.

P. Usted habla de Wynton, de Pat, de Herbie, llama a las figuras por su nombre de pila ¿Son los padrinos del festival?

R. En el caso de Wynton y Pat [Metheny] son amigos, como lo era Oscar Peterson, que murió. Yo no programo el jazz que a mí me gusta, sino el jazz que debo programar. Tenemos dos escenarios principales: Mendizorroza, con un aforo de casi 4.000 localidades, y el Teatro Principal, con casi 1.000. No puedes programar la misma música en los dos, porque no se dirige al mismo público. Hace cuatro años hicimos un estudio que decía que el 25% de la gente que entraba en Mendizorroza era de fuera de Euskadi.

P. ¿La crisis ha afectado al festival?

R. En los tres últimos años hemos reducido el presupuesto del festival de 1.300.000 euros a un millón de euros. Ha sido un ahorro en producción, pero sin bajar la calidad del sonido y sin tocar un duro del dinero que se destina al programa. El 74% del presupuesto del festival procede de recursos propios.

P. ¿Compiten con el rock del Azkena o con el BBK Live?

R. No, no competimos; se nos han puesto al lado.

P. ¿Y con San Sebastián?

R. Con los festivales de jazz de San Sebastián o de Getxo convivimos desde hace mucho tiempo.