Empieza la campaña de las autonómicas

Javier Arenas se ve ya entrando en el Palacio de San Telmo. El apabullante resultado de su partido en las elecciones municipales del domingo -del que no hay ningún referente en Andalucía- lleva aparejado un cambio de tono. El líder del PP sabe que es preciso proyectar un perfil menos agresivo y enhebrar un discurso más plural, en el que pueda reconocerse la mayoría de la ciudadanía, que ha demostrado que lo que verdaderamente le aterra son las cifras del paro. Por eso ayer, en el primer lance con José Antonio Griñán en el Parlamento, Arenas envolvió sus palabras de una cadencia y maneras presidenciales. Salvo en un par de requiebros -sacó a pasear el fraude de los ERE y también el nepotismo y el despilfarro-, no abandonó la entonación grave, responsable, al tiempo que anunció próximos paquetes de medidas sobre temas diversos.

Enfrente se encontró con un presidente de la Junta reiterativo en sus tesis sobre la crisis económica global y humilde en la derrota, aunque sin indicios de haber tirado la toalla. "En las autonómicas los ciudadanos volverán a darnos su confianza", dijo. Aprovechó la victoria del PP para echar en cara a su rival uno de los pilares de las campañas del PP en los últimos 15 años: "Los ciudadanos no se equivocan en las urnas, tampoco antes cuando votaban mayoritariamente al PSOE, lo que desmiente la teoría del voto cautivo".

Ambos se enredaron en una suerte de espiral respecto a la relación de las administraciones según el color de cada una. Arenas pidió que la Junta no discrimine a los Ayuntamientos gobernados por el PP, simplemente por ser de otro partido, y Griñán recordó las afrentas financieras a Andalucía de los ejecutivos de la etapa de José María Aznar.

Empieza la campaña de las elecciones autonómicas.