Pasillo de honor a Trias en el Ayuntamiento

Después de ocho años de entrar y salir del Ayuntamiento de Barcelona en las filas de la oposición, Xavier Trias, futuro alcalde de la ciudad, protagonizó ayer su anhelada entrada triunfal. En la plaza de Sant Jaume, en la puerta del Consistorio, miembros de su equipo, todo el grupo municipal de CiU en pleno, consejeros nacionalistas de distritos y personal que salió del otro lado de la plaza de Sant Jaume -del Palau de la Generalitat- formaron un pasillo de saludo a Trias, que cruzó sonriente la plaza repartiendo besos y abrazos. Es una tradición no escrita del Ayuntamiento que, sin embargo, hasta ayer se realizaba en otro contexto muy diferente, ya que el alcalde electo era reelegido. Ayer, sin embargo, el todavía alcalde, Jordi Hereu, no estaba en la casa consistorial, sino que se encontraba en cuartel general del PSC, en la calle de Nicaragua, analizando lo ocurrido. Ningún cuadro socialista asomó la cabeza en el pasillo de honor a Trias. Es más, ante el revuelo de periodistas y el bloqueo de la puerta, un funcionario se abría paso: "Es que todavía trabajo aquí".