Fracasa la protesta islamista en Pakistán

Apenas unos pocos miles de paquistaníes respondieron ayer al llamamiento de los partidos religiosos para manifestarse en contra de la agresión de EE UU y la violación de la soberanía nacional. Poca cosa en un país de cerca de 200 millones de habitantes y donde el antiamericanismo está a flor de piel, no tanto por la operación para matar a Osama bin Laden como por llevar 10 años pagando los platos rotos de la llamada por George Bush "guerra contra el terror".

La ausencia de expresiones populares de condena tras la operación que acabó con la vida de Bin Laden ha sorprendido a los observadores. En este país la guerra de EE UU contra el terrorismo es muy impopular por el alto coste en vidas civiles que causan los ataques de los aviones tripulados. Ayer mismo se produjo el primero de esos ataques tras la muerte de Bin Laden en el que intervinieron cuatro aviones no tripulados y dejaron otros 17 muertos en la zona tribal de Waziristán, informa Reuters. También influye el sentimiento de que violan la soberanía del país y la manipulación de los partidos religiosos, que si bien obtienen resultados muy modestos en las urnas, tienen una gran capacidad de movilización.

"Lo controla el ISI", asegura un diplomático occidental respecto a la falta de manifestaciones. "No se mueve una hoja sin que el ISI esté detrás", añade. ISI son las siglas de Inter Services Intelligence, la poderosa agencia de espionaje paquistaní que ahora está en el ojo del huracán por desconocer tanto la presencia de Bin Laden a poco más de 50 kilómetros de la capital como la operación de EE UU para matarle.

A la vista de la respuesta a la convocatoria de ayer, el paro y la carestía de la vida parecen preocupar más a los paquistaníes que el debate sobre la violación de la soberanía que alientan los sectores más conservadores.