Crisis, 4.000 intrusos y más paradas

Haga la prueba. Gran Vía. Hora punta. Levante la mano. El taxi llega en segundos. Sin esperas. Son los mismos, pero los usamos menos. Entre el 30% y el 35% menos, según estimaciones de las principales asociaciones del sector, la Gremial, con 9.000 socios, y la Federación, con 5.200. El pastel ha encogido para las 15.704 licencias que trabajan en Madrid y 39 municipios del área de prestación conjunta. Además de los titulares, hay unos 8.000 conductores asalariados, 2.500 más que hace cuatro años, según estimaciones de la Gremial.

"Antes de la crisis facturábamos unos 180 euros al día, ahora es difícil llegar a 120", según Mariano Sánchez, presidente de la Federación. Eso, en sueldo mensual, supone unos 1.000 euros limpios, según Sánchez, frente a los 1.800 que podía ganar un conductor antes de que empezara a caer la demanda. En un par de meses entra en vigor la regulación horaria, una petición de las grandes asociaciones que también ha sido polémica. El resto del colectivo reclamaba 16 horas justas en lugar de las 16 que se convierten en 18 en los taxis con conductor titular y asalariado.

Quedan otras reclamaciones para paliar las vacas flacas. En Madrid hay 363 paradas de taxi, que parecen pocas al sector. "El Ayuntamiento debería hacer un esfuerzo para que estuviéramos más cerca del cliente", pide el presidente de la Federación. Y una cosa más: que se incluyan postes similares a los de los autobuses que permitan al usuario llamar a un taxi in situ. La Gremial añade otra prioridad: "Nos preocupa el intrusismo. En Madrid circulan unos 4.000 coches sin licencia o que vienen de otras comunidades autónomas para quitarnos el trabajo. Las Administraciones deberían controlarlos más", reclama Pedro Panizo, vicepresidente de la asociación mayoritarial.