Portos avaló los trabajos sin informe

Es cierto que el puerto deportivo de Escarabote no necesitó de actuaciones de abrigo, las de mayor impacto ambiental, pero lo es también que las que se llevaron a cabo se antepusieron a la consulta de la eventual evaluación ambiental. La resolución de la Consellería de Medio Ambiente, del 3 de marzo pasado, revela que a esa fecha ya estaban ejecutadas las que pudieran provocar mayor impacto. Así, el informe cita la localización de los pilotes para fijar los muelles flotantes, la explanada y acondicionamiento de la parcela, el tráfico de vehículos pesados y el funcionamiento de la maquinaria de obra, entre otras. Como ya estaban ejecutadas, la consellería decidió liberar al club del engorroso trámite de evaluación de impacto ambiental.

Para realizar estas obras, el Club Náutico de Barraña, que no obtuvo la concesión del nuevo puerto deportivo hasta la semana pasada, logró un permiso específico del ente autonómico Portos de Galicia, que dio luz verde a las obras en julio pasado, sin consultar la necesidad de contar con evaluación ambiental. "Las autorizaciones no requieren de informe de impacto ambiental", sostiene Portos. El ente que preside José Manuel Álvarez-Campana sí consultó sobre las obras en tierra, pero Medio Ambiente determinó que no necesitaban de estudio de impacto ambiental.

El presidente del Club Náutico Deportivo Barraña, Carlos Romero, considera que la consideración de que las obras se antepusieron a la consulta ambiental, tal y como revela la última resolución de la consellería, es sólo una cuestión "de matiz". "Son muchos pasos y muy complejos, pero los hemos dado todos y los hemos dado bien", asegura Romero, que lamenta que se pretenda "hilar tan fino" con un proyecto como el de la marina de Escarabote, que "da empleo y promueve el deporte y el turismo".