Las fronteras de la eutanasia

Siempre que hay un debate sobre la eutanasia quedo un poco confundido. Tengo la sensación de que los defensores y detractores hablan de cosas distintas y, que por tanto, el diálogo es imposible. En primer lugar, me gustaría aclarar que el término eutanasia significa "buena muerte", y nadie se opone a esta, incluso la Iglesia católica la desea, como lo prueba la existencia de oraciones, dedicadas a la misma; la posición oficial de la Iglesia sobre la llamada "eutanasia pasiva" ha sido siempre a favor y prácticamente se ajusta a los mismos principios que "la sedación terminal".

Con respecto a la "eutanasia activa", en cualquier caso, dependería de la voluntad del individuo libre de toda coacción. Creo que, cuando los detractores de la misma se refieren a ella hablan de una especie de "homicidio compasivo" de personas con calidad de vida notablemente mermada. Esto dificulta cualquier tipo de discusión, ya que nada tiene que ver con la eutanasia y a mi juicio debe ser perseguido por la ley, pues nadie puede decidir por nadie en estos temas. Realmente, la frontera entre la eutanasia activa y el suicidio asistido es bastante borrosa, y sobre esta cuestión es sobre la que habría que centrar el debate, salvaguardando la autonomía de los seres humanos.