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Jiménez reclama en Líbano un Gobierno de integración

Miguel González

-¿Se cumplirá el compromiso del anterior Gobierno de colaborar con el tribunal internacional

[que investiga el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri]?

-El nuevo Gobierno atenderá los compromisos internacionales de Líbano de forma adecuada teniendo en cuenta la situación del país.

-¿Qué significa de forma adecuada?

-Adecuadamente.

El diálogo entre la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, y el primer ministro electo, Nayib Mikati, refleja la ambigüedad de la política libanesa. Elegido el pasado 25 de enero con el apoyo de la milicia chií Hizbolá, este millonario amigo del presidente sirio, Bachar El Assad, se enfrenta al dilema de mantener la colaboración con un proceso que puede sentar en el banquillo a sus aliados. Si lo hace, pondrá en pie de guerra a Hizbolá. Si no, se enfrentará a su antecesor Saad Hariri, hijo del político asesinado. El juez ha admitido nuevas diligencias. Eso puede dar unos meses de respiro. O de inestabilidad.

Mikati aún no ha conseguido formar Gobierno, por lo que en Líbano hay en teoría dos primeros ministros, uno electo y otro en funciones; lo que en la práctica significa que no hay ninguno. Jiménez animó ayer a Mikati a que forme un "Gobierno inclusivo"; es decir, con presencia de la coalición prooccidental.

Una paz frágil

En la base Miguel de Cervantes, en Marjayún, donde se concentra el grueso de los 1.100 militares españoles en Líbano, se respira un clima de aparente tranquilidad. "Ahora, incluso hay menos manifestaciones, ya que no hay Gobierno contra el que manifestarse", bromea un comandante. "Si quieres paz, vente al sur del Líbano", añade como eslogan el general español Alberto Asarta, jefe desde enero de 2009 de los 12.000 cascos azules de 29 países desplegados junto a la frontera con Israel.

Pero la paz es frágil y puede quebrarse con un incidente nimio. Ayer, desde el lado israelí de la frontera se lanzaron piedras dos veces contra una patrulla del Ejército libanés y otra del español junto a la puerta de Fátima, antiguo paso fronterizo. Aunque no alcanzaron su objetivo, cayeron muy cerca de los soldados españoles. El general Asarta restó importancia al suceso y no quiso acusar a los militares israelíes hasta acabar la investigación, pero un destacamento del Ejército israelí está muy próximo al lugar del lanzamiento.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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