Zapatero fija para este trimestre el calendario de reformas con las que dejar atrás la crisis

El optimismo iluminó el primer informe económico que presentó Zapatero. Allá por 2007 el presidente del Gobierno vaticinaba al menos dos años más de bonanza. En 2008 le tocó admitir que el país había caído en la crisis y el año siguiente se esforzó por defender la solvencia de España. Ayer, durante la presentación del documento de 2010 en el palacio de La Moncloa, José Luis Rodríguez Zapatero se aferró a las reformas como único camino para asegurar el crecimiento -que el Gobierno estima entre el 2% y el 2,5% para el periodo 2011-2015- y bienestar de generaciones futuras. Hasta medio centenar de veces llegó el jefe del Ejecutivo a pronunciar la palabra "reforma" en menos de 40 minutos de discurso. Y avisó de que dará estos pasos con o sin el acuerdo de los agentes sociales, y pese a las resistencias que puedan despertar. "Hay algo peor que la ausencia de consenso, que es la ausencia de reformas", aseguró.

El presidente insta a las autonomías a acordar los horarios comerciales

Además del plazo ya conocido para impulsar la nueva normativa sobre pensiones -el próximo 28 de enero-, Zapatero anunció para este mismo mes la publicación del esperado dato sobre la exposición de las cajas de ahorros al sector inmobiliario. Los bancos harán lo mismo cuando presenten sus informes anuales en las próximas semanas. Se sabrá entonces el volumen de activos potencialmente tóxicos que arrastra el sector financiero.

En febrero, el Consejo de Ministros aprobará el proyecto de ley de Servicios Profesionales. El líder socialista advirtió de las resistencias que encontrará este texto, pero lo considera imprescindible porque "introducirá mayor competencia y flexibilidad en un sector tan importante como el de servicios". De la mano llega la petición a comunidades autónomas y ayuntamientos para que planteen "actuaciones concertadas en materia de horarios comerciales y reducción de actividades sometidas a licencia municipal". Esta propuesta promete pisar algún callo que otro entre los responsables autonómicos más defensores de sus competencias. Pocas horas después del encuentro, el portavoz de la Generalitat de Cataluña ya criticaba lo que considera una "moda" del Gobierno de Zapatero de "centralizar la capacidad de decisión".

Pero la reforma más importante del mercado laboral llegará en marzo, cuando se apruebe el nuevo reglamento de la negociación colectiva, que muchos expertos consideran como verdadera prueba para saber si la modificación legal que el Parlamento aprobó en septiembre del año pasado supone un cambio radical respecto la situación anterior. "Nuestra estructura de negociación no ha cambiado en tres décadas. Necesitamos una reforma que facilite la renovación del sistema productivo [...] y facilitar la adaptación de las condiciones de trabajo a la evolución económica", afirmó tajante Zapatero. Le acompañaban los máximos representantes del sector financiero (Emilio Botín, Rodrigo Rato, Isidro Fainé), empresarial (Juan Rosell, César Alierta, Baldomero Falcones, Luis del Rivero...) y gran parte de su gabinete (Alfredo Pérez Rubalcaba, Elena Salgado, Rosa Aguilar, Miguel Sebastián, Valeriano Gómez y Ramón Jáuregui). También estuvo el ex asesor de Barack Obama y ex presidente de la Reserva Federal de EE UU Paul Volcker. Entre tanta personalidad, llamó la atención la ausencia de sindicalistas.