Asociaciones antidroga critican la excarcelación de 'muleros'

La entrada en vigor del nuevo Código Penal, que rebaja el castigo para las formas menos graves de narcotráfico, ha permitido, de momento, la excarcelación de 61 presos en Andalucía. La medida no ha gustado a las asociaciones antidroga, que creen que se está echando por tierra el trabajo de policías, fiscales, jueces y ciudadanos para acabar con la lacra de la droga. "No es una buena noticia para nuestra lucha ni tampoco la forma de eliminar la saturación de las cárceles", lamentó el presidente de la federación Nexos, Francisco Mena.

El nuevo código penal rebaja de nueve a seis años la pena máxima para los muleros (transportistas de droga que no pertenecen a una organización). Esta reforma fue una demanda reiterada del Consejo General del Poder Judicial, el Consejo Fiscal, el Consejo de Estado e incluso el Tribunal Supremo. Estos organismos consideraban "desproporcionada" las penas por delitos contra la salud pública en los casos de personas que movían pequeñas cantidades de droga. Incluso instaron penas más bajas, de dos a cinco años, en vez de los de tres a seis, como finalmente ha quedado.

La entrada en vigor ha beneficiado a 61 reos que ya habían superado los seis años entre rejas. La federación antidroga Nexos, que lleva décadas combatiendo el narcotráfico en la provincia de Cádiz, rechaza esta rebaja. "Es muy difícil que se pueda comprobar judicialmente la pertenencia a una banda o la existencia de una organización". Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, insiste en que se distinguen los conceptos de "mulas" y "capos".

En medio de esta controversia, la Guardia Civil ha desarrollado una nueva operación antidroga con conexiones en Madrid, Sevilla y Barbate. Hay 26 detenidos. Una familia controlaba esta red que contaba con varios puntos de venta en la localidad gaditana. Los agentes creen que era el gran supermercado de la droga porque el mayor abastecedor de toda la provincia de Cádiz. La cocaína, la heroína y el resto de sustancias viajaban desde Madrid hasta Mairena del Aljarafe y Palomares del Río, en Sevilla, donde fueron detenidas cinco personas. De ahí pasaba hasta Barbate, donde se organizaba la distribución final.