Valencia reconoce la labor de Emili Tortosa y José Climent

"Un hombre hecho a sí mismo". Con estas palabras describió ayer la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá al financiero valenciano Emili Tortosa, que recibió de manos de la regidora la distinción de hijo adoptivo.

"Con pantalón corto y solo 14 años de edad, Emili Tortosa empezó a trabajar como botones en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Valencia" de Alzira. 43 años más tarde era nombrado director general y se convertía en el principal artífice de un proceso de modernización que, en 1992, le llevaría a su conversión en Bancaja, glosó la regidora.

De José Climent Barber, sacerdote y musicólogo, Barberá destacó su pasión por la polifonía religiosa y le agradeció sus tres décadas como organista de la Catedral de Valencia y de la Basílica de la Virgen de los Desamparados.

Con ellos dos fueron galardonados con la Medalla de Oro de la Ciudad el Colegio Imperial de Niños Huérfanos San Vicente Ferrer, así como la Asociación de Beneficencia Domiciliaria Nuestra Señora de los Desamparados y el Regimiento de Caballería Ligera Acorazada Lusitania 8. A todos ellos Barberá les agradeció su contribución a la ciudad.