La cofradía coruñesa lleva al fiscal el plan de Alvedro

Culleredo, el municipio vecino de A Coruña que alberga el aeropuerto de Alvedro, no se rinde en su batalla contra la ampliación de la pista que proyecta el Ministerio de Fomento pese a su gran impacto social y territorial. Pero cunde la resignación en esa localidad de 26.000 habitantes. Su alcalde, el socialista Julio Sacristán, admitió ayer, tras la publicación de la declaración de impacto ambiental positiva a una obra que comenzará en 2011, que será "difícil" pararla. Sólo queda la carta de los tribunales, pero aún no decidió jugarla. Esperará a conocer el proyecto definitivo, que deberá incluir todas medidas correctoras.

La que sí acudirá ya a la justicia, en concreto, a la Fiscalía Superior de Galicia, es la Cofradía de Pescadores de A Coruña, después de ver que en la declaración ambiental se reconoce que "la actividad aeroportuaria puede tener consecuencias negativas en las especies marisqueras de la ría de O Burgo". El pósito, según su patrón mayor, Manuel Cao, pretende que el ministerio público requiera a AENA que especifique detalladamente todas las medidas que tomará, incluidas las de recuperación, en caso de que se dañe al marisco de esta ría. Para Cao, el proyecto de ampliación no puede seguir adelante sin antes determinar qué se hará si ocurre "la posible contaminación de las aguas derivada de la actividad aeroportuaria", como admite Medio Ambiente.