Andalucía, nuevo campo de batalla en el Poder Judicial

La pugna por la presidencia del Tribunal Superior de Andalucía entre vocales conservadores y progresistas del Consejo del Poder Judicial rompió el principio de acuerdo alcanzado días atrás por una parte de los vocales de ambos sectores. Este incluía un reparto de las presidencias de la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Castilla y León para candidatos conservadores; y las de Canarias, Cataluña y Andalucía para progresistas o moderados. Esto lo tenía semipactado el grupo próximo a Margarita Robles con el sector conservador.

Pero ayer todo se fue al traste. Dos vocales conservadores, los dos andaluces, Pío Aguirre y Antonio Dorado, cuyos votos eran necesarios para estas designaciones, apostaron por Francisco Arroyo, presidente de la Audiencia de Málaga, para presidir el tribunal andaluz. Vocales progresistas culparon ayer a Aguirre y Dorado de la ruptura, que atribuyen a los lazos de familiaridad de Aguirre con Arroyo, "que está casado con una prima suya, y son de Jaén". Aguirre niega en rotundo que su posición esté inducida por ese motivo: "Es prima segunda mía, pero la habré visto cinco veces en 30 años. Apuesto por él porque es el único candidato de mi asociación, la APM, ampliamente mayoritaria en Andalucía, con 340 afiliados".

Además, entre los progresistas andaluces también hay discrepancias. Mientras Manuel Torres Vela, que mantiene una mala relación con Arroyo, apuesta por Lorenzo del Río, de la Asociación Francisco de Vitoria, su colega Miguel Carmona lo hace por el juez malagueño Joaquín García Bernaldo de Quirós. A todo esto se une el enfado de jueces de Castilla y León, que se están planteando recusar al vocal conservador Miguel Collado por los comentarios que hizo durante la entrevista a la juez María José Renedo, que aspira a la presidencia de esa comunidad.