El pacto de Sazadón

La semana pasada 20 de los 21 secretarios generales de las agrupaciones de la ciudad de Madrid acudieron a cenar al restaurante Sazadón, un local donde tradicionalmente se reunían políticos de la izquierda madrileña. Habían sido convocados por Jaime Lissavetzky, que aspira a convertirse en candidato socialista al Ayuntamiento. El secretario de Estado para el Deporte les pidió ayuda, según algunos de los asistentes, para recoger avales. Pero los secretarios generales le advirtieron de que su posicionamiento en favor de Trinidad Jiménez en las primarias frente a Tomás Gómez les complicaría el trabajo. La mayoría de los líderes locales apoyan al secretario general del PSM, que les ha ido nombrando durante los últimos tres años. Los jefes locales le aconsejaron que dejara de participar activamente en la campaña de Jiménez, pues así sería más fácil conseguirle los avales, aunque al final acordaron prestarle su apoyo sin condiciones.

Por otra parte, Izquierda Socialista, corriente de opinión oficial en el partido, celebró una reunión el pasado jueves, en la sede del PSM en Callao, en la que la mayoría decidió por unanimidad no postularse a favor de ninguno de los aspirantes. La decisión sorprende porque uno de sus dirigentes, Juan Antonio Barrio, manifestó su apoyo a Gómez. Sin embargo, uno de los asistentes aseguró que la mayoría respaldará a Jiménez.