Una fuga de crudo causó el incendio de la refinería

El incendio que el pasado 4 de agosto se registró en la refinería La Rábida de CEPSA de Huelva, que costó la vida a dos personas e hirió a otras dos, tuvo su origen en una fuga de crudo de una tubería cuyos vapores entraron en ignición por un vehículo a motor, provocando así la primera deflagración. Así se desprende del informe provisional de la comisión interna creada para investigar las causas del suceso, según ha informado UGT.

El informe relata los hechos en función de la recopilación de los testimonios de testigos y de pruebas visuales, captadas por diferentes cámaras de seguridad con las que cuenta el centro de trabajo onubense. Según el citado informe, entre el origen de la nube de vapores inflamables, la ignición y la primera deflagración transcurrieron apenas unos segundos.

La situación de los trabajadores afectados en el lugar del accidente está "acreditada y justificada por los pertinentes permisos de trabajo que se realizan previos al inicio de cualquier faena", según el informe.

Las conclusiones provisionales indican que el producto que se vertió y que produjo los vapores inflamables era crudo y que la ignición de estos vapores se produjo por un vehículo a motor.

Asimismo, se concluye que la fuga de crudo se produjo por la rotura "no convencional" de la tubería con la probable conjunción de varias causas como "defecto del material y/o esfuerzos anormales sobre el mismo".

La continuidad de los trabajos de la comisión queda a la espera de conocer los resultados de un estudio metalúrgico sobre el tramo de tubería en el que se originó el accidente que realizará la Universidad de Sevilla.