Reivindicación de Ceuta y Melilla
Reivindicar significa reclamar algo que nos pertenece, algo que ya era nuestro en el pasado de un modo u otro y que perdimos, se nos arrebató o dejamos.
Ha de existir una relación previa, por eso no se dice clamar, sino reclamar, y la reivindicación habla de unos derechos conculcados, unos derechos anteriores al momento en que se habla.
Ninguno de esos aspectos es aplicable a la situación de Ceuta y Melilla, ciudades españolas a todos los efectos, con anterioridad de varios siglos a la creación del Reino de Marruecos, obra de la dinastía alauí, personificada en un abuelo del rey.
Cuando Ceuta y Melilla levantaron sus muros, no existía ningún reino en el norte de África, en la zona del Estrecho fronteriza a la Península, los habitantes eran nómadas y se agrupaban en cabilas. España no despojó a Marruecos de nada, simplemente porque en el siglo XVII Marruecos no se había constituido todavía. Por supuesto, no descubro nada que no se sepa, de común conocimiento, registrado en todos los libros de Historia Universal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.