Andanada de las agencias de calificación

Los inversores dieron marcha atrás en sus planteamientos del día anterior, ante la confusión que están creando las agencias de calificación respecto del sector financiero. Para Standard & Poor's, no parece suficiente que los dos principales bancos españoles estén capeando la crisis financiera y económica relativamente bien y mantiene su perspectiva negativa, al relacionar su calificación con la de España. La diversificación geográfica de ambas entidades, así como su gestión, merecen todo tipo de elogios, pero la economía doméstica preocupa más a la agencia.

Los valores bancarios españoles retrocedieron ayer de una forma discreta, pero fue suficiente para empujar a la baja al Ibex 35, que se mantuvo en terreno negativo durante la mayor parte de la jornada. La apertura aportó una subida del 0,54%, hasta los 10.315,20 puntos, pero las órdenes de venta llovieron sobre los valores bancarios y poco después de la apertura de la Bolsa de Nueva York, se perdía el 0,98%. Al final se suavizó la tensión y el Ibex 35 cerró con un avance del 0,19%.

Esa reacción final se debió, en parte, a un informe de Goldman Sachs en el que se afirma que los dos bancos españoles saldrán invictos de las pruebas de estrés y que las sospechas se dirigirán ahora hacia los bancos alemanes.

Las sociedades eléctricas también se vieron amenazadas en su calificación por la agencia Moody's, que afirmó que la revisión de los costes del sector energético podría tener implicaciones negativas para las empresas. Aun así, las eléctricas terminaron la sesión sin sobresaltos.

Este aluvión de informes que cayó ayer sobre el mercado disuadió a los inversores de cualquier actuación a medio o largo plazo, situación que se tradujo en un nuevo retroceso del volumen negociado en el Mercado Continuo, en el que se movieron 3.611,17 millones de euros, 616 millones menos que el día anterior. Las operaciones del "mercado abierto" también descendieron, aunque en menor cuantía al partir ya de un nivel bastante bajo. En total se negociaron 1.855,33 millones de euros, con lo que las tres sesiones de esta semana se han mantenido por debajo del nivel de los 2.000 millones de euros. La incertidumbre que planea sobre las principales empresas se ve ahora como un importante factor de riesgo.