Conil prohíbe el botellón

El verano de Conil será distinto. También el de los municipios vecinos porque esta localidad gaditana era el referente de la movida nocturna de la temporada estival en la provincia de Cádiz. Pero su Ayuntamiento, de IU, ha decidido desterrar el ocio vinculado al alcohol y las discotecas. Primero anunció en invierno la eliminación este año de la zona de las carpas, donde se concentraban cientos de jóvenes junto a la playa. Y este año ha decidido prohibir completamente el botellón. Desde el 1 de julio cualquiera que sea sorprendido bebiendo en la calle deberá pagar una multa de 300 euros. El Consistorio pedirá mañana a la Subdelegación del Gobierno un refuerzo de la seguridad.

No habrá alternativa. El equipo de Gobierno reconoció ayer que se estudiaron fórmulas para reubicar las concentraciones juveniles pero no se ha encontrado la ubicación idónea. No hubo consenso entre hosteleros y asociaciones de vecinos, que en los últimos años se habían quejado del exceso ruido que provocaban los bares y de la inseguridad que generaba la multitud a expensas del alcohol o las drogas. Sin acuerdo, el Ayuntamiento ha optado por la solución más drástica: prohibirlo todo.

A esta medida se le ha sumado una campaña para acabar con los coches discoteca, los que quedan aparcados en algunas plazas con la música a todo volumen y para hacer cumplir la normativa de horarios a los establecimientos nocturnos. "Hemos priorizado la garantía de que tengamos un verano tranquilo", resumió el alcalde, Antonio Roldán, quien pidió la ayuda de la Guardia Civil. El Consistorio ha anunciado que en próximas temporadas habilitará un polígono de ocio, apartado del casco urbano, que sí permitirá las concentraciones juveniles, aunque asociadas a alternativas de ocio sin alcohol.