"Jamás olvidaré el Brasil-Italia del 82"

Tengo grabadas en mi memoria muchas imágenes de fútbol, entre ellas las de varios Mundiales. Pero, tal vez, el Mundial que mi retina retiene con más cariño sea el del 82 en España. Italia ganó la final al derrotar a Alemania por 3-1. Sin embargo, no es el partido de la final el que recuerdo con más emoción. Ni siquiera la semifinal, contra Polonia. Mi partido es el Italia-Brasil de cuartos. Ese partido se encuentra entre los mejores jamás disputados. Fue una pena que ésa no fuera la final, porque aquel maravilloso equipo brasileño contaba con un inigualable centro del campo: Falcao-Eder-Toninho Cerezo-Sócrates. Recuerdo cómo los errores defensivos y nuestro gran Paolo Rossi, que anotó tres goles, condenaron a la canarinha en un partido irrepetible (3-2). Nunca olvidaré aquel encuentro y aquel equipo, entrenado por el veterano Enzo Bearzot; liderado por Zoff; con el criterio de Scirea y la sobriedad de Bergomi; y los marcajes implacables de Gentile (secó a Maradona en el partido contra Argentina); también Oriali, Tardelli y la clase de Bruno Conti; y en ataque, cómo no, Paolo Rossi, que fue el hombre clave en la fase final.