Prisas por impulsar las viviendas

Las prisas de la alcaldesa de Lezama por impulsar el plan urbanístico en el solar de su familia parecen explicarse por el contrato privado conocido ahora. Tras su firma el pasado abril, en julio el consistorio, en comisión y en pleno, ya aprobó una partida de 35.000 euros para la urbanización en Txupetxa, a la que siguió otra de 6.000 en octubre. Los tres acuerdos contaron con el voto de Alaitz Etxeandia, quien al principio justificó el respaldo porque el expediente "no está abierto". Pero en noviembre, 20 días después de revelarlo este diario, anunció que renunciaba a participar más en las votaciones sobre Txupetxa, alegando que por su "formación académica" desconocía que estaba incumpliendo la ley.

Éste es el único de los proyectos iniciados, cuando el plan urbanístico municipal anulado por el Superior prevé hasta 328 nuevas viviendas en Lezama. Para agilizarlo, el consistorio ha aprobado realizar un plan especial que reduce el espacio público en zonas de esparcimiento y viales para añadir un jardín privado a los pisos proyectados, según recoge el documento, publicado el pasado 17 de febrero por el Boletín Oficial de Vizcaya.

Este plan especial no incluye cambiar el curso del río que discurre por la mitad del terreno. Ésta fue una exigencia de la Dirección de Aguas del Gobierno cuando, sorprendentemente y en apenas cuatro días, aceptó un informe del Ayuntamiento que dejaba fuera de la mancha de inundabilidad los terrenos de los Etxeandia. El Superior ya ha advertido de que el Ejecutivo, en la revisión de su plan de cauces iniciada en 2008, no tiene ese informe que propició que Txupetxa dejara de ser inundable.