Bancos de alimentos

Trabajo en un Banco de Alimentos atendiendo las peticiones que nos hacen las entidades benéficas. Lo que distribuimos procede de la UE y de donaciones de empresas y particulares.

Aunque es mucho lo que repartimos, estamos muy lejos de cubrir todas las necesidades. Por ello me duele en el alma el que no podamos atender la demanda creciente y acuciante de alimentos motivada por la crisis y el paro. Paradójicamente, me acabo de enterar de que del dinero que se había previsto para este menester por parte de la UE, España ha renunciado a unos 20 millones de euros, mientras que Italia y Francia, por ejemplo, han conseguido incrementar considerablemente lo que en principio les correspondía, y está previsto que reciban aproximadamente el doble de lo que recibiremos nosotros. ¿Acaso en estos países hay menos crisis y parados que en España?

Por otro lado, si hasta ahora en todas las comunidades autónomas se recibía la misma cantidad de alimentos al año por persona necesitada, para la campaña actual el FEGA, que es el organismo del Gobierno del que depende esta cuestión, ha decidido cambiar los criterios de distribución, de tal manera que en Cataluña, Navarra y La Rioja, por ejemplo, cada pobre recibirá menos de la mitad de lo que recibirán los pobres de Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha. ¿Acaso los pobres no son igual de pobres en todas partes.