Polémica electoral en la Universitat de València

La larguísima campaña electoral para elegir rector en la Universitat de València amplifica todas las polémicas. La última saltó ayer: la institución ordenó el cese de uno de los tres sistemas de predicción electoral puestos en marcha por un grupo de profesores de Economía Aplicada y de Dirección de Empresas. Se trata del sistema Mercado de Información, una técnica inspirada en la Bolsa y los juegos de apuestas enmarcada en la llamada Economía Experimental, a la que ha contribuido el Nobel de Economía Vernon Smith.

Resumiendo mucho: la fórmula consistía en proponer a través de correos electrónicos a los profesores de la universidad el envío de SMS (a casi 1,4 euros) con el nombre del candidato que creían que iba a ganar las elecciones. Quienes acertaran se repartirían la recaudación en forma de vales de la tienda de la Universitat o de la cafetería de Tarongers. Si alguien no reclamaba sus beneficios, se destinarían a la Comisión 0,7% de la universidad. La teoría económica sostiene que cuando uno se juega algo (en este caso un euro y pico) la racionalidad de su predicción se ve reforzada porque quiere ganar. Y que esa tendencia humana es útil en los estudios demoscópicos.

La universidad consideró que el sistema transgredía abundante normativa de protección de datos. Entre ella: que la oferta de esos servicios por medio de correos electrónicos exige la previa aceptación por parte del receptor. Y que se usaban, además, recursos (correos y listado de direcciones) de la universidad. La junta electoral consideró también que suponía instrumentalizar el proceso electoral con fines comerciales, extremo negado por los promotores ya que no existía ánimo de lucro.