Gibraltar retiene dos horas a cuatro guardias civiles que perseguían una lancha de 'narcos'

Cuatro agentes de una patrullera de la Guardia Civil fueron retenidos ayer por la policía de Gibraltar cuando los agentes uniformados del instituto armado se adentraron en aguas del puerto del Peñón durante la persecución en caliente, según la jerga policial, de una supuesta lancha de narcotraficantes. El incidente ocurrió sobre las nueve de la noche y pudo ser resuelto unas dos horas después, una vez que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, telefoneó al ministro principal del Peñon, Peter Caruana, para disculparse por la "actuación incorrecta" de los agentes españoles, según fuentes de Interior.

El incidente ocurrió sobre las nueve, cuando los agentes que controlaban un buque fondeado en las aguas de la bahía vieron salir a toda velocidad una lancha semirígida ocupada por dos personas en dirección al Peñón. Durante la persecución, los agentes entraron en el puerto de Gibraltar, en cuyas aguas el tratado de Utrecht sí reconoce la soberanía británica.

La lancha de los supuestos narcos llegó a embarrancar y los dos ocupantes de la misma fueron arrestados por los agentes del instituto armado.Ninguna fuente pudo precisar si los españoles llegaron a echar pie a tierra. Fue entonces cuando se personaron en la zona agentes de la policía de Gibraltar, que detuvieron a los supuestos traficantes y retuvieron a los guardias civiles.

Los agentes, relatan las fuentes, fueron conminados a entregar sus armas reglamentarias y no tuvieron libertad de movimientos. Inmediatamente comenzaron las gestiones de las autoridades españolas para aclarar el incidente y lograr la liberación. Ésta fue posible tras la llamada de Rubalcaba a Caruana. Éste aceptó las excusas del ministro español, quien le aseguró que se había tratado de un error de los agentes durante una persecución en caliente. Anoche, fuentes del instituto armado en Algeciras confirmaron la resolución del incidente y que los agentes habían podido partir libremente.

El incidente se produce el mismo día en el que Peter Caruana arremetió, mediante un comunicado, contra una propuesta de la UE para la gestión conjunta por parte de España y el Reino Unido de las aguas del Peñón en materia de Medio Ambiente y advertía de que cualquiera que penetrase en las aguas cuya jurisdicción reclama serían arrestados y detenidos. Además sucede después de que una patrullera de la Royal Navy ametrallase el día 17 una boya con una bandera rojigualda y de que días antes militares británicos conminasen a otro barco del instituto armado a abandonar las aguas que circundan el Peñón.