Encarcelada la tripulación del barco que naufragó en Egipto

Los padres de Israel y María, la pareja desaparecida hace cinco días en el naufragio de un barco en el Mar Rojo, asumieron ayer que el rescate de sus hijos "es imposible". Jorge Sánchez, uno de los buceadores que acompañaban a la pareja, y su padre, dueño de una empresa de submarinismo, han llegado a la conclusión de que la embarcación en la que viajaban se ha convertido en su tumba. "Están a 1.300 metros de profundidad, y no hay forma humana de rescatar esto", declaró a Efe Pedro González, el padre de María.

El domingo, los familiares de los desaparecidos pedían al Gobierno español que les ayudara a fletar una fragata para localizar y rescatar los cadáveres de sus hijos. Ahora exigen que "quien tenga que pagar, pague".

Los tripulantes están acusados de negligencia y abandono

Antes de volar anoche a El Cairo, donde tienen previsto reunirse hoy con José Luis Rodríguez Zapatero, que se encuentra en Egipto en viaje oficial, Anastasio, Pedro, Concepción y Apolonia prestaron declaración ante la fiscalía, en los juzgados de Sharm El Sheij.

Ante el fiscal y en la denuncia policial, todos confirmaron la versión de los supervivientes: "Nadie les auxilió ni dio la voz de alarma. El barco se escoró y empezó a entrar agua, y la tripulación y el capitán saltaron", cuenta el padre de Israel. "Nos han dicho que ya se ha iniciado la investigación, y que tanto el patrón como cinco miembros de la tripulación están detenidos bajo la acusación de negligencia y abandono".

"El ingeniero que hizo la revisión del barco nos ha informado de que tenía permisos de navegación y toda la documentación en regla exactamente hasta hoy", interviene Pedro González Camacho, padre de María Lourdes, que cree que la investigación sobre las causas del naufragio se alargará al menos un mes, antes de que comience el juicio.

Tras rastrear en un radio de 35 millas, las autoridades egipcias estudian suspender la búsqueda de los desaparecidos, porque nadie sabe en qué punto se hundió realmente el Coral Princess. Incluso uno de los 12 supervivientes, Jorge Sánchez, el único que aún no ha regresado a España, ha intentado, con la ayuda de un responsable del Centro de Buceo Nacional de Egipto y de un pescador local, establecer el punto exacto del hundimiento, sin resultado.

El capitán nunca lanzó el SOS. Así lo confirman los 12 buceadores que sobrevivieron y que apuntan a una vía de agua y a la falta de pericia de la tripulación como causas del naufragio. Por eso resulta difícil determinar la posición en la que se hundieron.