La alcaldesa de Alicante invoca los intereses de su provincia

La oposición a la fusión de las cajas valencianas en la provincia de Alicante sumó ayer nuevos nombres. La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, del PP, que había evitado hasta la fecha pronunciarse sobre la operación, dejó claro que defenderá los intereses de la provincia por encima "de absolutamente todo". Castedo, que evitó pronunciarse con claridad sobre la fusión, insistió en que pretende que la ciudad tenga "más y más fuerza". "No será por mí por lo que esta ciudad pierda absolutamente nada de fuerza, sino que al contrario, haré todo lo que esté en mi mano para que esa fuerza de la ciudad de Alicante cada vez vaya a más", resumió.

Más previsibles por conocidas fueron las palabras del presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, quien volvió a dejar claro que la fusión no sumaría sino que restaría.

Ripoll insistió en que la unión "no aporta nada" y, por el contrario, "tiene muchos costes" y no mejorará el posicionamiento de las entidades ya que la tercera y cuarta caja juntas "no adelantarían a la segunda". También mencionó el "coste sentimental" que para los alicantinos tendría esta operación. "No siempre la unión hace mejor competitivamente a la entidad que salga", apostilló el político.

Y desde las filas socialistas, la secretaria provincial del PSPV-PSOE, Ana Barceló, lamentó la "imprudencia" del Consell al lanzar la idea de una fusión sin hablar previamente con las cajas, con la oposición ni con los distintos agentes implicados.

La responsable socialista recordó que este tema toca muchas sensibilidades y especialmente en estos momentos de crisis. "Necesitamos un Consell trabajando por el empleo y no generando nuevas incertidumbres", resumió.