El Poliorama ofrece hoy una única función de Pepín Tre

Hay artistas que no sabemos cómo definir y los llamamos inclasificables. Y los hay a los que les sobran las definiciones, como Pepín Tre. Él mismo se encarga de darse a conocer como pensador precolombino, corredor en Indianápolis, nenúfar solitario y charlatán pop. Paco Mir, el más polifacético de Tricicle, le describe como el humorista más divertido que conoce y por eso le ha organizado una función esta noche en Barcelona en el teatro Poliorama (21.00 horas) de su espectáculo Verdades como puños.

Para que se hagan una idea de por dónde van a ir esos puños, la cosa es "un pintoresco musical hirsuto de ambiente transcolombino en el que relucientes isobaras emergen de un géiser en un carro de heno con intención de galvanizar las manos en plata". Y es que a Pepín Tre no le asustan las nuevas tecnologías. Se asume como digital y dice llevar un módem en el culo, de manera que ya no necesita ir al servicio porque le sale todo por la impresora. Él es así.

¿Qué más podemos decir de este artista del humor? Que no tiene curriculum por culpa de la NASA, que le llama siempre a menos veinte, pero sí vitae, y en él habla de las películas de descerebrados en las que ha participado como actor, y que se dio a conocer en Barcelona dentro de la programación del Festival de Tardor en el desaparecido teatre Malic como la última revelación de la movida nocturna madrileña.