La Ertzaintza identifica a dos sospechosos de los ataques contra concejales de Okondo

Ya existe un poco más de luz en el extraño caso de Okondo, un pueblo de apenas 1.000 habitantes en el norte de Álava en el que en los últimos meses se han sucedido los ataques contrea de su alcalde, Andrés Alcalde, y otros concejales. Todos ellos militan en EA, partido que rige en solitario los destinos del pueblo desde hace 18 años, desde que el actual alcalde arrebatase el puesto a su hermano, miembro del PNV, por medio de una moción de censura. El consejero de Interior, Rodolfo Ares, aseguró ayer ante la comisión correspondiente del Parlamento que las pesquisas de la Ertzaintza han permitido identificar a dos sospechosos como autores de algunos de los sabotajes. La investigación y los atestados ya se encuentran en manos del Juzgado de Instrucción de Amurrio.

Desde que Andrés Alcalde asumió el cargo, el conflicto, salpicado de rencillas personales y políticas, se había vivido de manera soterrada, pero en agosto pasado el asunto trascendió a la opinión pública. Uno o varios desconocidos colocaron una bomba casera en el bar de las piscinas de la localidad el 27 de agosto. La explosión quemó la cocina y el almacén y supuso que las dos chicas que lo regentaban, una de ellas hija de un concejal de EA, se quedaran sin trabajo, aunque la temporada estaba a punto de concluir.

La cadena de sabotajes había arrancado en mayo. Impactos de bala en los coches de dos concejales y fuego en pabellones y un caserío del alcalde son algunos de los actos vandálicos que se están investigando.

A raíz de las denuncias, la Ertzaintza reforzó la presencia en la zona y a pesar de la férrea ley del silencio que impera en la localidad, sus averiguaciones han permitido dar con algunos indicios. Las pruebas apuntan a dos personas como posibles autores de los disparos y de otros sabotajes. Descartada la kale borroka, Ares atribuye los ataques a "conflictos políticos y de rencillas familiares".