Fortis se renueva y busca acuerdos comerciales en España

Hay aventuras que salen caras. Otras, carísimas. Y después están las que cuestan la vida. Algo así le ocurrió a Fortis en mayo de 2007, cuando acompañó al Santander y al Royal Bank of Scotland para quedarse con el holding de ABN Amro. Al final, entre la excursión compradora y la crisis financiera, generó un agujero de 20.600 millones de euros, cantidad suficiente para protagonizar una quiebra de grandes dimensiones de no ser porque los Gobiernos han decidido poner dinero público.

Sin embargo, Fortis aprendió la lección. Creó una sociedad con los activos dañados y vendió el negocio de banca a BNP Paribas para centrarse sólo en lo que sabe hacer: seguros. Desde la base de Fortis Bélgica se ha reorganizado y en el primer semestre de 2009 ha vuelto a generar beneficios. Fortis controla el 25% del mercado belga y está presente en Reino Unido, Luxemburgo, Francia, Portugal, Alemania, Rusia, Ucrania, Turquía e Italia. España es un agujero negro en su mapa. Steven Braekevelldt, responsable de Fortis para Europa, explica el plan: "Queremos un socio que tenga capacidad de distribución. Puede ser un banco, caja o una cadena comercial. Nosotros aportamos el producto adecuado para cada segmento de clientes y ellos deben poner la red. Es un sistema en el que los dos tenemos que ganar ambos".

Fortis tiene 1.300 millones en liquidez para los acuerdos que pueda firmar y por las incertidumbres legales del proceso de venta de activos. Braekevelldt no quiere decir cuánto están dispuestos a invertir, pero se queja de la valoración tan alta que hacen las entidades a la hora de compartir el negocio asegurador. "Se están aplicando múltiplos de antes de la crisis". El cambio estratégico de Fortis es tan profundo que en abril próximo se votará el nuevo nombre de la compañía.