A Coruña reabre la guerra del topónimo

La polémica del topónimo de A Coruña, casi tan vieja como la autonomía gallega y su Ley de Normalización Lingüística, que establece como única fórmula válida los nombres en gallego, ha vuelto a resurgir con virulencia. Y divide a los dos principales partidos, el PP, que gobierna en la Xunta de Galicia, y el PSdeG-PSOE, al frente de la alcaldía coruñesa desde 1983. Las direcciones regionales de ambas formaciones se han desmarcado en los últimos días de sus respectivos líderes locales por reclamar una reforma de la ley para que La Coruña sea también oficial.

Fue el líder del PP coruñés, Carlos Negreira, quien abrió el fuego al situar como una prioridad la legalización del topónimo castellano. Se reabría así una vieja batalla del anterior alcalde socialista, Francisco Vázquez, quien perdió varios litigios judiciales por su empeño en utilizar los dos nombres. Tras la marcha de Vázquez, en 2006, su sucesor y ex hombre de confianza, Javier Losada, acalló la batalla al acatar la obligación de utilizar A Coruña, establecida también en el pacto de gobierno local que suscribió con los nacionalistas del BNG. Pero el pasado fin de semana, Losada confesó, en declaraciones a este diario, su deseo de que se legalice el topónimo castellano. Y urgió a la Xunta de Alberto Núñez Feijóo a modificar la ley y oficializar los dos nombres.

Las peticiones del alcalde pusieron en un brete al secretario general del PSdeG, Manuel Vázquez. El lunes, en un giro histórico de la línea de los socialistas gallegos, se mostró a favor de que se permita el uso del nombre castellano. Pero el malestar manifestado por varios dirigentes de su partido le llevó a rectificar ayer. En el PP también hay división de pareceres. Feijóo insiste, frente a la urgencia de sus dirigentes locales, en que sólo promoverá la legalización de La Coruña si hay primero un acuerdo mayoritario del ayuntamiento.