UGT exige a Ford que las bajas sean voluntarias y con opción de regreso

La voluntariedad y la posibilidad de que los trabajadores que opten por marcharse puedan volver a la fábrica cuando se incremente la demanda son los dos principios de los que partirá UGT, sindicato mayoritario en Ford Almussafes, para negociar con la empresa.

La dirección de la factoría anunció en agosto un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a 600 empleados. UGT celebró ayer una asamblea, en la que participó alrededor de un millar de trabajadores de la factoría, en la que se aprobó, con sólo dos votos en contra, la presentación de una propuesta a la empresa en la que exige, como primera medida, que ningún trabajador sea obligado a marcharse ni a acogerse a acuerdo alguno.

Pese a la esperanza de que la dirección se siente a negociar, la situación ha extendido la sensación de pesimismo entre los trabajadores. Ayer, casi todos los corrillos que se formaron en las puertas de la sede sindical trataron, con preocupación, la posibilidad de ir a la movilización como única alternativa si la empresa no negocia. También el secretario general de UGT en Ford, Gonzalo Pino, aludió a la "paz laboral". "La patronal da por hecho que la paz laboral va a ser eterna y esta paz se va a rebajar si Ford no es capaz de entenderse con los trabajadores", aseguró Pino.

Pese a las diferencias con los otros sindicatos que cuentan con representación en la factoría de Almussafes, el secretario general de UGT en Ford aseguró que, en cualquier caso, "el problema es con la empresa".

CC OO, CGT y STM anunciaron también ayer la celebración de una asamblea general, mientras barajan la convocatoria de movilizaciones en contra del expediente de regulación de empleo y una huelga de 24 horas en la fábrica, según indicó CGT en un comunicado.