Zapatero colaborará con Feijóo "igual que con Touriño"

"No hay gobiernos amigos o enemigos, sino que todos son iguales". El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no quiso abandonar Galicia sin tender la mano al nuevo Ejecutivo autonómico. Un gesto que confía sepa devolver su homólogo gallego, el popular Alberto Núñez Feijóo, con quien pretende colaborar "igual que con Touriño".

Se trata, señaló, de una cuestión de "lealtad" para con los ciudadanos, ya que el "nuevo color político" de la Xunta no afectará a los compromisos adquiridos. Y, en este punto, las infraestructuras adquieren un cariz urgente que le hará "duplicar" su colaboración con el Gobierno gallego, con especial atención al desarrollo del tren de alta velocidad. Un asunto que lleva "buen ritmo" y cuenta, señaló, con el aval de José Blanco, ministro de Fomento, también presente en el congreso celebrado en Pontevedra.

Además, abordó el modelo de financiación que será concertado "con todas las comunidades autónomas". Un proceso en el que imperará el "diálogo" que, en breve, se producirá entre Rodríguez Zapatero y Núñez Feijóo, a quien ya trasladó su interés por mantener un encuentro seguro se celebrará en los próximos días.

Respecto al nuevo jefe de filas del Partido Socialista en Galicia, Manuel Vázquez, reconoció el "respaldo" con el que aborda su mandato que arranca "mirando hacia delante para construir esa alternativa política sólida, eficaz y claramente diferenciada de lo que representan las políticas conservadoras y de derechas". Una etapa en la que debe imperar "una política de cercanía a los trabajadores" y de carácter "integral para todas las sensibilidades, para todas las lenguas", recalcó.

Tuvo también palabras para el nuevo secretario de Organización, Pablo García, a quien reconoció su capacidad para rescatar a la militancia en el ámbito comarcal así como en las áreas del rural.

El secretario general del PSOE puso punto y final al congreso de los socialistas gallegos sin olvidar a Emilio Pérez Touriño, cuya mención se ganó el mayor aplauso de los casi 30 minutos de intervención. Lejos de pasar de puntillas sobre el ex presidente de la Xunta, abrió su discurso brindando su "reconocimiento" al esfuerzo realizado por aquél tanto al frente del partido socialista en Galicia, -"hoy es mucho más fuerte"-, como en el Gobierno de la Xunta.

Ha dejado "una huella", dijo, "que será recordada por los gallegos". Y puso de relieve "su buen estilo democrático y su sentido de la responsabilidad" al asumir "sin excusa" la derrota electoral.