El adiós a Isabel

Minutos antes de las seis de la tarde, cuando llega el coche fúnebre, se acaban los corrillos y los comentarios. Nadie habla por unos instantes. Ni la familia de ella ni la de él. Ella era Isabel Augusto, de 54 años. Él, su marido y presunto homicida, José María Guapo, de 64. Poco antes, algunos allegados comentaban que fue un hijo del matrimonio quien descubrió la escena el Viernes Santo: la madre muerta en la cama, el padre en el otro lado del cuarto.

"Es como un mal sueño, aún no lo podemos creer", decía una mujer una hora antes de que entrara el coche fúnebre, sentada en un banco del cementerio, con la fila de cruces de mármol detrás. Junto a ella, otras cuatro mujeres que no quisieron hablar "por respeto a los hijos". "¿Quién se espera algo así?", se limitó a preguntar aguantando el frío. Algo así: una escapada a Las Casiñas, una pedanía de Valencia de Alcántara, en Cáceres, donde la pareja, que vivía separada, fue a compartir la Semana Santa.

La pareja se reencontró en un pueblo de Cáceres durante las fiestas

No eran unas vacaciones normales. Él, jubilado, vivía en Vallecas. Ella, que trabajaba de limpiadora en un colegio, en Humanes, en un piso de protección oficial situado unas cuantas calles más arriba del cementerio. El marido no podía acercarse a menos de 500 metros de la esposa. Sobre él pesaba una orden de alejamiento desde febrero de 2008, cuando agredió a su mujer delante de la comisaría de Humanes y fue detenido, según fuentes policiales. Poco después, en abril, el hombre la incumplió por primera vez. La policía le detuvo delante del centro de salud de Humanes cuando agredía a su mujer. La orden de alejamiento se convirtió en una prohibición para entrar en el municipio.

La pareja se reencontró en una escapada a 500 kilómetros que se convirtió en tragedia. Cientos de vecinos de Valencia de Alcántara, de donde los dos eran naturales, despidieron a Isabel ayer por la mañana en una ceremonia religiosa a la que acudieron los cuatro hijos de la fallecida, tres de ellos de su matrimonio con José María Guapo. Después el coche fúnebre partió hacia Humanes. En el cementerio aguardaban varias decenas de familiares y amigos tanto de la fallecida como del marido, que ha ingresado en la Unidad de Psiquiatría del hospital Virgen de la Montaña de Cáceres, según la agencia Efe.

Los allegados se abrazaban. Les costaba creer lo ocurrido, mientras dos hombres con mono de trabajo descargaban el ataúd. Hoy, a las 13.00, habrá una concentración en la plaza principal de Valencia de Alcántara para condenar la muerte de Isabel Augusto, la undécima víctima de violencia de género de 2009.