Contrataciones temerarias

El Fondo Estatal de Inversión Local está diseñado para paliar el desempleo en el sector de la construcción. Los ayuntamientos disponen del fondo para contratar obra pública y no deben preocuparse por ajustar el gasto, sino por crear empleo, el aspecto más valorado. El objetivo del fondo ha distorsionado algunos concursos. Un total de 21 empresas optaron a la consolidación y rehabilitación de una de las Naves Cross. La oferta de Cleop preveía la contratación de 181 trabajadores en paro. El desarrollo de la obra durante siete meses y medio se traduciría en un total de 40.725 días de cotización a la Seguridad Social.

Ferrovial, para la misma obra, estimó que debía contratar a 10 trabajadores en paro mientras que ocuparía a otros 23 ya contratados. A lo largo de los siete meses y medio de duración de la obra, acumularían un total de 4.979 días cotizados a la Seguridad Social.

La oferta de Bertolín-Torremar acumulaba 47.866 días de cotización a la Seguridad Social a través de 372 nuevos contratos y el recurso a 160 trabajadores ya contratados.

El adjudicatario provisional, Vías y Construcciones, estima la contratación de 108 trabajadores en paro que generarían 24.360 días de cotización.

Las bajas temerarias en las ofertas económicas están previstas en los concursos convencionales. En este caso, cuando el dinero es para gastar, la temeridad se aprecia en la distancia en la estimación de las horas de trabajo precisas para culminar una obra.

El Ayuntamiento de Valencia ha adjudicado en el plazo de un mes obras equivalentes al doble de su presupuesto habitual de inversiones, que se adjudica a lo largo de todo el año. Algunos proyectos ya estaban elaborados. Otros, prácticamente se han improvisado. Y los aspirantes han sufrido para intentar incorporar mejoras sobre proyectos apenas pergeñados a la carrera. Las contratas municipales han obtenido un buen pellizco del total de contratos, pero la lista de adjudicaciones provisionales es muy abierta.