El Ayuntamiento de Cullera busca fondos a través de la tasa de basura

El bloqueo del sector de la construcción y la crisis han hecho mella en el Ayuntamiento de Cullera. Hasta este mes, y desde 1990, el consistorio se hacía cargo de la tasa de basura de toda la población; sin embargo, a partir de esta semana son los vecinos y los comerciantes los que tienen que abonarla, ya que las arcas municipales no pueden permitírselo. En el primer semestre de 2008, la previsión de ingresos bajó un 60%, y desde hace 3 meses, no se ha solicitado ninguna licencia de obra mayor.

Tanto los vecinos como los comerciantes -también el Ayuntamiento- aluden a un mismo factor, la crisis. Para los primeros, que pagarán entre 56 y 120 euros anuales, supone apretarse todavía más el cinturón; para los segundos, cuya tasa varía en función de los metros cuadrados del local, y va desde los 396 euros a los 8.494 al año, significa un agravamiento de la situación por la que atraviesan. Y por último el consistorio, que afirma estar en una posición crítica.

"Si hace 20 años que no pagábamos, ¿Por qué ahora, que todo el mundo está ahogado?", se preguntó Ernesto, vecino de la localidad. Para Quique González, presidente de la Associació de Comerciants i Empresaris de Cullera (ACECU), el problema está en la diferencia que hay entre las cuotas, ya que no se paga por actividad, sino por el espacio del local. "No se puede comparar la basura de una asesoría con la de un supermercado, y la tasa puede llegar a ser la misma", explica González.

Por su parte, el Ayuntamiento lo explica desde su punto de vista. "Los ingresos que teníamos por las licencias de obra se han bloqueado, ya no hay casi dinero. Ni lo recaudado con los impuestos llega para cubrir los sueldos de los funcionarios", afirmó Francisco Martínez, portavoz del consistorio.