La oposición muestra al PSOE con crudeza su soledad

No encontró ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, un poco de aliento, ni una palabra amable de ningún portavoz parlamentario de la oposición. El apoyo sólo le llegó de los suyos, de sus 168 diputados, representados en la tribuna por su portavoz, José Antonio Alonso. "Este presidente del Gobierno da la cara, toma decisiones, toma la iniciativa...", enfatizó Alonso. Esa soledad se plasmó con toda crudeza en el debate parlamentario, aunque los socialistas estaban preparados para una durísima sesión.

En efecto, por la mañana, a puerta cerrada, se reunieron los diputados y senadores del Grupo Socialista para analizar lo que se les viene encima en este nuevo periodo de sesiones. Alonso reconoció que la estabilidad parlamentaria les costará un esfuerzo constante de negociación: ley a ley, votación a votación. Nadie quiere una relación estable con el grupo que apoya al Gobierno. Y así se comprobó horas después en el pleno del Congreso.

Aunque el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, fue el autor de la iniciativa para un pacto, no bailó en absoluto el agua a Zapatero. "El Gobierno está desorientado, ha perdido la noción de liderazgo, no sabe qué hacer ni hacia dónde vamos", dijo Duran de corrido. Eso sí, también miró hacia la bancada de la derecha: "El primer partido de la oposición está fuera de juego, se ha perdido en juegos internos peligrosos, alejados de aquello que la sociedad demanda". Y luego llegó el portavoz del PNV, Josu Erkoreka: "El Gobierno está como un boxeador noqueado, hay ausencia de liderazgo".

Las intervenciones destilaban un reproche a Zapatero por su denodado esfuerzo para pactar con sindicatos y empresarios y hacer poco para acordar con los grupos políticos. El portavoz de ERC, Joan Ridao, ve una razón muy poderosa para esa actitud: "Usted lo que quiere es asegurarse la paz social y evitar una huelga general". En nombre de "un millón de electores", Gaspar Llamazares, de IU, pidió el cambio de la política económica, desde la izquierda, y no sólo "parches". Tanto Llamazares como Francisco Jorquera, del BNG, pidieron a Zapatero que "no escuche los cantos de sirena" que piden flexibilizar el marco laboral. Y ambos quieren que el ICO se convierta en la gran banca pública. Si Zapatero no sabe cómo salir de la crisis, que "convoque elecciones", le pidió Rosa Díez, de UPyD.