Aventura africana a vuelapluma

Como no le daba para comprarse una cámara, Emily Nudd Mitchell se echó al bolso un boli de punta fina, una botellita de agua y una caja de acuarelas. Menos mal. Tres semanas después de recorrer Senegal regresó con un cuaderno de viaje en el que su delicado trazo narra desde lo más cotidiano ("unos niños jugando") hasta lo más exótico ("un trayecto en coche con 15 personas y una cabra en el techo"). Entre sus dibujos, formando parte de ellos, trocitos de tela encontrados en el suelo, envoltorios de caramelos, palitos, entradas, cables, flores y otros pequeños adornos de realidad. En sus textos se mezclan leyendas exóticas, anécdotas banales, frases escuchadas al azar o explicaciones sobre cómo se construye en África un tirachinas con una goma de neumático.

"Siempre me pasa de todo, viajando soy un poco gafe", dice la autora, que empezó aquel primer periplo perdiendo el avión. Sin embargo, no abandonó; pasó los siguientes seis meses recorriendo Egipto, Turquía, Yemen y Arabia Saudí con un grupo de adolescentes a los que daba clases de arte. Y ya no le hizo falta la cámara. Rellenó 15 cuadernos (que compra en una vieja papelería de su Caen natal, donde nació hace 29 años) con escenas captadas siempre en directo, sin bocetos, a vuela pluma. En sus páginas hay mujeres veladas que no se dejan retratar y hombres colocándose en un fumadero de khat (arbusto cuyas hojas poseen propiedades psicoestimulantes); historias mínimas como un hurto en el metro de una gran ciudad occidental o un descanso para tomar té en lo más profundo del Oriente rural. Hace un año que vive en Madrid y su ojo inquieto se fija lo mismo en el Día del Orgullo que en la marejada colorada de la Eurocopa, en los modernos de La Latina y en las máquinas tragaperras de los bares de siempre. "Veo cosas y pienso: 'Esto no puedo olvidarlo", dice Emily, "cualquier sitio es bueno para sacar el boli". La editorial Demipage va a empezar por publicarle aquel primer álbum senegalés a principios de 2009, traduciendo sus textos al castellano. De momento, sus trazos sutiles e inmediatos pueden disfrutarse, por episodios, en la web www.demipage.com.

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