El PCE, a un paso de recuperar el poder en IU

Ocho años después de perderlo, el PCE tiene muchas papeletas para recuperar el cargo de coordinador general de IU. El Consejo Político Federal, integrado por 180 dirigentes de cinco familias distintas, se reúne mañana en Madrid para intentar designar por fin una cabeza visible, un mes después de que la IX Asamblea Federal fuese incapaz de hacerlo. La dispersión del voto anti-PCE juega a favor del candidato del partido, Cayo Lara, de 56 años. Pero todos los sectores cuentan con fugas de agua: cada familia tiene, a su vez, distintas sensibilidades, de modo que el resultado podría depender de unos cuantos votos.

En principio, la relación de fuerzas en el Consejo -90 miembros elegidos por la Asamblea y 90 por las federaciones- es ésta: el PCE tendría el 40% de los votos; el sector fiel al ex coordinador Gaspar Llamazares, que presentará salvo sorpresas a Eberhard Grosske, un 30%; el grupo llamado N-II, un 22%; y el resto se repartiría entre la corriente CUT y los descontentos del PCE y del llamazarismo que integraron una lista de no alineados.

Sólo es segura la candidatura de Cayo Lara, que parte como favorito

Cada sector tiene descontentos que podrían engordar el voto en blanco

Pero ese puzzle de cinco piezas ha dado lugar a otro más complicado en la última semana. Lo primero que no está claro es si habrá un candidato (Lara), dos (Lara y Grosske) o tres (Joan Josep Nuet anunció ayer de nuevo que quiere optar a la coordinación). Lo segundo por ver es hasta qué punto conseguirá cada sector responder de manera unánime.

La clave está en que la N-II -que hizo de bisagra tras la catástrofe electoral de marzo apoyándose en ex llamazaristas y en las federaciones de Madrid, Aragón y Cataluña- se ha roto en varios pedazos: el hombre fuerte de Madrid, Ángel Pérez, ha anunciado que votará a Cayo Lara; en esa línea estaría también Aragón. Cataluña, a su vez, podría subdividirse: unos votarían a Grosske y otros, si se presenta, a Nuet.

La alianza, si se confirma, con Madrid y Aragón acerca a Lara a la victoria, pero no gusta a buena parte del PCE -Pérez y la dirección del partido han estado años enfrentados, aunque el madrileño alega que igual de enfrentado ha estado con Llamazares-, así que podría haber comunistas que voten en blanco para protestar contra ese acuerdo con el madrileño. Por lo mismo, el PCE no puede contar con toda la federación de Madrid en bloque: necesita asegurar votos por otro lado, por ejemplo entre los no alineados, cortejados también por los llamazaristas. Y, finalmente, no es descartable que miembros de todas las familias voten en blanco porque ningún acuerdo les representa, y entonces Cayo Lara podría salir elegido pero con bastante menos del 50% y dirigiría IU, a partir del lunes, con una inestable minoría.

Algo parecido a lo que le ocurrió, por cierto, a Gaspar Llamazares en 2004: ganó con el 49% y, según sus propias palabras, ha estado cuatro años "con el aliento" de sus adversarios en el cuello, a expensas de cuáles serían las alianzas en cada votación.