Touriño acusa a Feijóo de exagerar la crisis para "rebañar" votos

La proximidad de las autonómicas, previstas para finales de febrero o comienzos de marzo, tiñó de mensajes electorales el debate sobre la crisis económica celebrado ayer en el Parlamento y elevó notablemente el tono del intercambio de acusaciones entre el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.

Después de exponer las medidas adoptadas por la Xunta desde comienzos de año para hacer frente a las consecuencias de la crisis y reclamar, por enésima vez, unidad y concertación como la mejor receta para afrontar los problemas económicos de Galicia, Touriño criticó la falta de alternativas de Feijóo. "No tiene respuestas para la crisis porque no está en Galicia, está en Covadonga, de escudero de don Pelayo-Mariano Rajoy", que considera a los gallegos sólo "un peldaño" en su camino a La Moncloa.

Feijóo acusa al Gobierno de poner a los gallegos a "limpiar cunetas"

Previamente, el jefe de filas del PP había pronunciado uno de sus discursos más virulentos de los últimos meses. En él aseguró que la actuación de la Xunta provoca en los ciudadanos "perplejidad, asombro, indignación, tristeza y pesimismo" y acusó al Gobierno de actuar con "infantil escapismo" de la "peor crisis de la democracia". A Touriño le faltó "valentía" y tiene "mucha responsabilidad" en lo que pasa porque "es el culpable de un triple engaño": negar la crisis, afirmar que Galicia tiene un plus de resistencia y estar más preocupado por las elecciones que por la economía.

Mientras enferman "todos los sectores" económicos de Galicia, el Gobierno permanece dividido, improvisa y sólo toma medidas clientelares, como los cursos de formación para trabajadores de la automoción con el único propósito, señaló, de ocultarlos a las listas del paro. Su solución a la crisis, aseguró, es "poner a los gallegos a limpiar las cunetas. ¿Es ese su nuevo modelo económico?", se preguntó, en referencia al plan anunciado por las Xunta para contratar parados para limpiar ríos y márgenes de carreteras. "Keynes murió hace 80 años" y esto es "electoralismo intolerable".

El presidente de la Xunta, por su parte, retrató al líder de la oposición como a alguien empeñado en "exagerar y magnificar" la crisis y "sembrar el desánimo" porque cree que así podrá "rebañar los votos que le faltan para recuperar el Gobierno" que perdió en 2005. Lleva en esa actitud, señaló Touriño, desde el comienzo de la legislatura, pero eso no impedirá a los ciudadanos distinguir entre "quien da soluciones y quien sólo ofrece problemas".

La crisis, destacó, "es la expresión del fracaso de la política neoliberal de la derecha", que al menos debería ahora remar en la misma dirección que el Gobierno. Por eso, el presidente insistió en reclamar unidad a Feijóo. "Vuelvo a pedirle unidad porque si a algo convoca la crisis es a la unidad", aunque está convencido de que el líder del PP hace tiempo que tomó la decisión de no cambiar de actitud.

Si en algo es específica la crisis en Galicia, concluyó el presidente, es en que la economía gallega está en mejores condiciones para hacerle frente. "Yo confío en las fuerzas de Galicia" y en el poder de la "concertación y el diálogo", concluyó.

Los portavoces del BNG y del PSdeG cerraron filas con el Gobierno, aunque con sesgos bien diferentes. El nacionalista Carlos Aymerich atribuyó el acierto del Gobierno a la presencia del BNG en la Xunta; el socialista Ismael Rego reprochó a Feijóo su falta de ideas y le acusó de utilizar Galicia para "la reconquista de España".