La vía liberada por el AVE apunta una alternativa al acceso norte

La construcción del acceso norte del puerto de Valencia cumple 20 años como idea, pero ninguna administración quiere asumir su financiación, que ya supera los 500 millones de euros. Si en momentos de pujanza económica el Gobierno central y la Generalitat no acometieron el proyecto y se pasaron la pelota, en plena recesión el acceso subterráneo todavía cuenta con menos posibilidades de realización.

La Generalitat, que es a quien correspondía ejecutar la obra, no dispone de dinero para hacerlo y trata de desviar la responsabilidad hacia el Ministerio de Fomento aduciendo que se trata de una obra "de interés general", que hubiese sido innecesaria de llevar la ampliación al puerto de Sagunto y con ella el tráfico de contenedores.

Mientras las instalaciones del puerto de Valencia, que duplicará su capacidad operativa, van creciendo, el acceso que garantiza la efectividad de la ampliación se empantana en el desinterés oficial. El puerto calcula que en 2011 habrá terminado la ampliación y las previsiones de Fomento sitúan en más de cuatro millones los contenedores que para esos años deberán entrar o salir con camiones a través del único acceso existente, sobrecargando más el ya de por sí abarrotado urbano de la V-30.

La construcción de un nuevo túnel del AVE en Valencia, que insertará asimismo la conexión en ancho ibérico entre el norte y el sur de la ciudad, dejará fuera de uso el actual ramal que transcurre junto al puerto. Según el experto en telemática aplicada al transporte Gregorio Martín, ello constituye una alternativa ferroviaria al acceso norte, que permitiría, mediante la prolongación del túnel de El Cabanyal, desalojar el tráfico de contenedores en tren cumpliendo con el protocolo de Kioto.