Los avisos de Zapatero y el malestar del sector

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha defendido con firmeza los esfuerzos del Ejecutivo por facilitar financiación a los bancos y las cajas. Pero, al mismo tiempo, no ha perdido ocasión para advertir al sector de que el objetivo final es que el crédito llegue a la economía real.

"La fortaleza del sistema económico aconseja que las entidades mantengan un nivel razonable de crédito para la economía de nuestro país, en particular para el sector inmobiliario", dijo hace un año. "El Gobierno espera que los recursos se canalicen de forma uniforme a todos los agentes, evitando un mayor endurecimiento de las condiciones de crédito sea un límite a nuestro crecimiento", recalcó en junio. "Estaremos más encima ante la seria dificultad de las empresas para lograr créditos", insistió hace una semana. El PP también ha insistido en que lo más importante es que el dinero del Tesoro acabe en las familias y las pymes.

Sin embargo, desde el sector financiero se rechaza que se pueda culpar a la banca de esta sequía del crédito. "El Banco Central Europeo (BCE) y los gobiernos no han sido capaces de solucionar la crisis durante más de un año. Es más, el BCE ha restringido la liquidez y ha subido los tipos, con lo que ha puesto las cosas más difíciles", apuntan. En su opinión, el BCE sólo ha reaccionado cuando todos los mercados se han hundido y ahora garantiza dinero ilimitado. "Desde Bruselas, pero también desde el Banco de España, han cometido un grave error de diagnóstico de la situación. La banca española ha malgastado gran parte de sus reservas y ahora se enfrenta más débil a la crisis", apunta un banquero.

Otras fuentes recuerdan que al Gobierno y al ministerio de Economía "se les ha advertido del deterioro que esta situación producía los balances, pero, hasta hace una semana, no se ha hecho nada efectivo. No es justo que ahora digan que toda la culpa es de los banqueros". El sector cree que el verdadero problema no está en los bancos "sino en los mercados. Las entidades no pueden hacer más por muchos avisos del Gobierno".