Las exportaciones ganan terreno

La crisis ha contribuido a reparar uno de los elementos más deteriorados de la economía: la brecha entre importaciones y exportaciones. El sector exterior aporta tres modestas décimas al crecimiento económico, un dato que rompe la tendencia de contribuciones negativas iniciada en 2001. Esa inyección al crecimiento implica que las ventas de España a otros países se han comportado mejor que las compras.

Con ser significativa, la aportación resulta raquítica para el momento que vive la economía. El parón del consumo y de la inversión debería haber frenado las importaciones (se han estancado en el trimestre pero aún crecen un 2,3% en el año) y reavivado las exportaciones, que mejoran un 1,9% respecto al arranque de 2008 y un 4,1% en los últimos 12 meses. Algunos expertos consideran que ese saldo tendría que favorecer más a España, menos necesitada ahora de recursos.

El problema es que el estancamiento económico no es un fenómeno exclusivamente español. Los países receptores de la mayor parte de las exportaciones -un 60% se destina a la zona euro, especialmente a Francia y Alemania- atraviesan malos momentos, por lo que también racionan sus compras al exterior. Además, las importaciones de petróleo, necesarias aún en momentos de crisis, han seguido encareciéndose hasta ahora pese a que el vigor del euro ha amortiguado ese impacto.