Policías

El lunes conocimos otro policía singular de los que circulan por las series de televisión. El poli de Life (Tele 5), Charlie Crews. Ha pasado 12 años en la cárcel, acusado injustamente de un crimen y, ahora, ha regresado al cuerpo para averiguar quién lo envió a prisión. Aunque en cada capítulo resuelva un caso, tiene abierto el suyo, que nos van explicando a pellizcos. Lo vimos habitando una mansión y pilotando un coche de lujo. Es el dinero con que la Justicia norteamericana lo ha resarcido por los años de condena injusta. Interpretado por Damian Lewis, lo han comparado con Hugh Laurie por aquello de que los dos actores, excelentes, son inmigrantes británicos y porque sus dos personajes tiene un punto de antipatía. Pero en el caso de Crews es más bien rencor con una pesada valija de citas de inspiración zen. El cuadro se completa con su colega Dani Reese, una policía que está purgando un pasado con las drogas. Aunque con menos guión, protagonizó los momentos más emotivos. No sé si vale la pena que cuenten más cosas de Crews, pero, desde luego, de Reese, sí.

Pero una cosa es el encanto de las ficciones por estos personajes y otra que los telediarios también tengan que ser peliculeros. Ayer, al mediodía, la cabecera del de Tele 5 estaba alimentada, entre otros, por un atraco mortal en Sevilla, El Solitario en el banquillo, un butrón en una perfumería y los avisos a los cacos que cuelgan unos vecinos para que no entren a robar miseria. Una aglomeración mal administrada en detrimento de otras noticias. No eran los únicos delincuentes de la jornada.