China busca medusas

Nadie imaginaba en la costa granadina que las indeseables medusas, que han fastidiado el veraneo a muchos ciudadanos años atrás, pueden convertirse en una fuente de ingresos. Pero así es. Los chinos quieren comprarlas. Las consideran un manjar. Por eso se han puesto en contacto con representantes de la Mancomunidad de Municipios de la Costa Tropical.

La historia comienza con el hallazgo de una medusa de diez kilogramos de peso y una cabeza de más de un metro de diámetro el año pasado en la costa de Granada. La noticia no pasó inadvertida por la red y la prensa británica se hizo eco. Los chinos empezaron a trabajar.

Ellos creían que era el tamaño habitual de las que aparecen en esta costa, por eso su idea pasaba por firmar un convenio con el que se comprometerían a comprarlas siempre y cuando pudieran ser trasladadas a su país desde España en condiciones aptas para el consumo. Desde hace años es un ingrediente muy preciado en su cocina.

Los chinos quieren comprar medusas, pero de gran tamaño

Bajo esa premisa un representante de la Oficina de Economía y Comercio de la Embajada China en España, Wang Zhiping, se trasladó hace unas semanas a Motril, según informó la coordinadora de la Mancomunidad, Luisa García Chamorro, que mantuvo un encuentro con él.

En esa cita, Zhiping informó a los representantes de los municipios de la costa granadina de la intención de su país. Sin embargo, se encontró con un problema: el tamaño de los invertebrados hallados en la costa en anteriores veranos no es tan grande como él creía. La medusa de la que tuvo noticias por Internet fue una excepción y asombró a los bañistas. Ante esta situación, los dirigentes granadinos le han propuesto una alternativa. Si se produce plaga este año en las playas de Granada, avisarán a la Embajada que podrá comprobar el tamaño de los molestos animales, que tanto gustan, especialmente la cabeza, en la cocina china.

Por ello han quedado para una nueva cita si hay llegada de medusas a la orilla del mar en Granada. Un técnico comprobará entonces si le convencen las medusas de la costa tropical. En el caso de que la respuesta sea afirmativa habrá que crear una cooperativa en la provincia para tratarlas con alumbre y sal.

Predisposición hay en la zona para crear puestos de trabajo si llega a buen puerto la propuesta de comercializarlas. El problema principal es su tamaño, inferior al que creía China. Si eso se salva, su destino final puede cambiar y pasar del vertedero a la cocina oriental.