Los problemas de los inmigrantes

España ofrece a Malí crear un servicio de información

El desierto que se extiende en el norte de Malí ha sido señalado como escenario de todo tipo de contrabandos: armas, vehículos, personas... Y también como base itinerante de Al Qaeda. Y el Gobierno de Bamako se enfrenta a esa situación con medios tan escasos que no puede evitar que esa zona del Sahel se haya convertido en un territorio sin ley.

El martes pasado, apenas unas horas antes de que un grupo de bandidos tuareg masacraran allí a 27 soldados, el ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se ofreció a su colega maliense, general Sadio Gassama, para ayudarle a crear un servicio de información en la zona. Rubalcaba le anunció que está dispuesto a enviar al país africano a un grupo de agentes españoles para formar a sus futuros colegas africanos.

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El Gobierno de Malí todavía no ha respondido a un ofrecimiento que estrecharía aún más los lazos entre ambos países en materia de seguridad. España ha financiado ya 17 puestos fronterizos en Malí y varios cursos de formación para las fuerzas de seguridad locales. Además, Rubalcaba presentó a las autoridades de Bamako un convenio de colaboración contra el crimen organizado, que incluye la lucha contra la inmigración ilegal, el narcotráfico y el terrorismo internacional.

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