Los embalses del Llobregat, por encima del 27% de su capacidad

El progreso de la cuenca del Llobregat le sirvió ayer para remontar un nivel de alarma: sus reservas se colocaron al 27,4% de su capacidad; lo que le permite, de acuerdo con el decreto de sequía, salir de la actual situación de excepcionalidad 2. El río está ahora en niveles de excepcionalidad 1, fase que implica menores restricciones. Supone, por ejemplo, que si lo autorizara la Agencia Catalana del Agua, los grifos de Barcelona podrían volver a emplearse para regar y llenar las piscinas de la capital.

No será así. La normativa estipula que las alarmas pueden gestionarse cuenca por cuenca, pero se optará por considerar el sistema Ter-Llobregat como una unidad indivisible. La cuenca del Ter mantiene sus niveles de alarma y la reacción de la comarca gerundense generaría tensiones innecesarias. El superávit del Llobregat se prevé fugaz y esencial para afrontar la sequía.