Rolando Campos, diez años después

En 1998 murió repentinamente el artista sevillano Rolando Campos. Tenía 51 años y estaba en pleno proceso de cambio, una renovación que le llevó a una lucha "de la materia contra la mente", como precisa un texto sobre la muestra de Mercedes Espiau. El resultado de ese pulso, 15 obras de técnicas mixtas que nunca habían salido de su estudio, puede verse ahora en la exposición Rolando después de Rolando que muestra la galería Birimbao de Sevilla.

"La exposición es un homenaje a Rolando Campos en el décimo aniversario de su muerte y con ella también saldamos una especie de deuda que teníamos con él. Cuando murió de un infarto estaba preparando una exposición para la galería y esas obras se quedaron en su estudio", comenta Mercedes Muros, directora de Birimbao. La Diputación de Sevilla organizó el año pasado una retrospectiva del artista, autor del monumento a Mozart que tiene la ciudad de Sevilla, pero las obras que se muestran ahora no formaron parte de esa exposición.

Rolando después de Rolando arranca con una pieza anterior, Punkies, de 1988, en la que el artista inicia ya una especie de reconstrucción de los retratos. El resto de las obras son todas de 1997 y 1998, trabajos como Café Central, una mezcla de carboncillo, grafitos, ceras, óleos y collage, en el que priman las superposiciones y las transparencias. De la misma serie, que el artista concibió en sus visitas al Café Central de la madrileña plaza de Santa Ana, hay cuatro retratos en los que Campos juega con portadas de la revista dominical de EL PAÍS. La muestra incluye también collages de pequeño formato con papeles de sedas y trazos que evocan a Matisse.

En la galería birimbao (c/ alcázares, 5). Sevilla. Hasta el 5 de abril. Gratuita.