Deporte adaptado y el Circo del Sol

Dos situaciones han puesto de actualidad las referencias mediáticas al deporte universitario. Una, que un estudiante de Educación Física de la Universitat de València, Ángel Sánchez, haya sido fichado hace poco por el Circo del Sol. Él y su mujer, Victoria Terrádez, también estudiante de la misma licenciatura, han partido a Canadá, donde la famosa empresa circense tiene su centro neurálgico de operaciones. Él entrena para preparar el próximo espectáculo de la compañía. Ambos son campeones de España de gimnasia acrobática y desean retomar la carrera universitaria más adelante.

La otra circunstancia es el convenio que la misma universidad ha firmado con la Fundación Divina Pastora para promocionar el llamado Programa de Deporte Adaptado entre los alumnos. Además, se han iniciado los trámites para crear una sección de deporte adaptado en el seno del club deportivo del Servei d'Educació Física i Esports de la Universitat.

Si bien el abanderado del programa que acaba de presentarse -una iniciativa que busca la práctica y la competición para los deportistas universitarios con diferentes tipos de discapacidad- es el estudiante Maurice Eckhard, que ha logrado calificarse para los juegos Paralímpicos de Pekín 2008, hay muchos otros alumnos que celebrarán la iniciativa.

Estudiantes como Mónica Merenciano, de 23 años, yudoca, alumna de Educación Física, que consiguió una medalla de bronce en Atenas. El hecho de tener deficiencia visual no le ha impedido ser yudoca, "sobre todo porque se trata de un deporte de contacto", apunta. Mónica también se prepara para Pekín, y fue medalla de bronce en Atenas 2004. No encuentra complicado compaginar el estudio con el entrenamiento, aunque reivindica "que desde todos los sectores se preste mayor atención al deporte adaptado", lo que constituye una vieja reivindicación: "Siempre que se retransmite algo, incluso los Juegos Paralímpicos, es en horarios absurdos", concluye, "y lo que hacemos pasa desapercibido".