La Universidad de Vigo aplica un plan de sostenibilidad

Predicar con el ejemplo. Es lo que está haciendo la Universidad de Vigo con la implantación de su Plan Suma, de sostenibilidad y medio ambiente, en el trienio 2007-2009. Este año ya conseguirá un ahorro energético global del 6,3%, evitando el consumo equivalente de 90 toneladas de petróleo y la emisión a la atmósfera de 382 toneladas de dióxido de carbono (CO2), uno de los factores principales del cambio climático. Además del ahorro energético, el Plan Suma desarrolla otros programas en relación con la gestión de los residuos, la preservación del entorno natural, el patrimonio, la colaboración con la sociedad y el fomento de una sensibilización ambiental.

"Estamos ante un compromiso desde la ciencia, la educación y la cultura", afirma José Cidrás, vicerrector de Planificación, sobre el Plan Suma. "Es una apuesta por la viabilidad futura de la sociedad, por un modelo social que permita satisfacer las necesidades del presente sin poner en peligro las capacidades de las generaciones futuras para satisfacer las suyas".

La universidad ha fracasado, "por el momento", en su intento de estimular entre los universitarios el uso de transporte colectivo. Cada día suben al campus unos 9.000 vehículos, de los que el 75% está ocupado sólo por el conductor. En la misma línea, otro programa del Plan Suma, el de conducción eficiente, para conseguir hasta un 15% de ahorro en el consumo de combustible, se han apuntado 1.300 cursillistas, de los que sólo 400 son universitarios.

La Oficina de Medio Ambiente ha salvado a miles de sapos que antes morían aplastados en la carretera, ha recuperado o adaptado las intensas escorrentías del monte y repuebla con flora autóctona el paisaje que, en una suerte de arrebato, arrasaron los comuneros hace unos años en un litigio de propiedad. En otros programas se rescatan y ponen en valor yacimientos arqueológicos, se reciclan equipos informáticos y se experimenta un sistema de recogida de residuos metálicos.