Encerrados en el tren

Hay gente partidaria del transporte no contaminante: frente al coche y la moto, el tren y la bicicleta. Incluso hay quien pretende compatibilizar los dos últimos. Tanto Renfe como Ferrocarrils de la Generalitat han promovido esa compatibilidad en los últimos tiempos, habilitando espacios para bicicletas en los trenes de Cercanías. La voluntad se da, pero luego faltan los detalles, quizá porque los directivos de las empresas ferroviarias no siempre son usuarios de la bicicleta. Un ejemplo que señalan los lectores es lo que ocurre en la estación de Vilassar de Mar, en la línea de Cercanías del Maresme. Renfe facilita ir hasta allí en tren con la bicicleta. Y si el usuario decide salir de la estación por la puerta que da a la población, el problema no va a mayores. Pero, si se le ocurre abandonar la estación por la salida que da a la playa, los problemas no son pequeños. La salida no está pensada para las bicicletas ni, según señala J. U., para cochecitos de niños. Las imágenes explican bien la situación en la que se encuentra quien lleve algún vehículo no contaminante.

Renfe se defiende: para un ciclista, aupar la bicicleta hasta la altura de la valla no es un gran esfuerzo. Y, sobre todo, la estación está preparada para el uso frecuente, que es la salida hacia la zona de la población.

Para quejas sobre las actitudes de las administraciones y empresas públicas pueden dirigirse a catalunya@elpais.es a la atención de Francesc Arroyo.